Por la precisión
supe que el tiro
vino de dentro.
Estos tres versos abren “Huérfanos aún”, y, desde mi punto de vista, de algún modo concentran todo lo que va a venir después: un tratado sobre algo que no deja tal vez de ser una sensación, pero que araña físicamente las tripas de tantas personas: la sensación de que cierta configuración del mundo con la que crecimos varias generaciones se descompone, se deshace, y no acabamos de encontrar categorías para integrar lo que viene, y de ahí deriva la sensación de orfandad, la desazón, y la receptividad ante las políticas del miedo.
Viktor Gómez escribe desde esa fractura social y generacional. Y lo hace con un discurso fracturado, con un lenguaje que no puede ser sino difícil y aparentemente incoherente; hay que buscar los hilos que lazan las palabras en un contexto en el que“a decir verdad / todo se diluye“. Estos dos versos me trajeron a la cabeza de inmediato el título de la famosa novela de Chinua Achebe “Todo se derrumba” (All fall apart), en la que se cuenta cómo su protagonista afronta la disolución de la sociedad tradicional por la presión del nuevo modelo que el colonialismo impone. Un mundo se deshace y el otro llega ofreciendo inicialmente más incertidumbres que certezas.Y los mundos chocan. Guerra de los mundos. Este es el tiempo presente, tal vez. Tratando de dar respuestas sin darnos cuenta de que las preguntas han cambiado, y que a lo que dábamos por cierto e inamovible le tiemblan los cimientos. En este turbión el poeta teme que el olvido arramble tantos sacrificios, decide ser testimonio y ser memoria.
Es dificil no percibir la dimensión catástrófica de los cambios que hemos vivido (sufrido, disfrutado) en los últimos treinta años… que veo habitar el poemario de Viktor Gómez. Libro duro, poemas difíciles como estos tiempos, valor de decir los miedos que se esconden entre tanta tontería. “Niños sin guía” de resultas, “invidentes” habitan “Huérfanos aún”, pero fragilidad resistente. El tiro viene de dentro, pero tal vez haga falta para soltar todo el lastre y atisbar una miriada de futuros posibles por construir.
Huérfanos que la zarza retrasa
niños en la perdida tarde sin niños
noticias de otra ciudad escombrada
y de la pérdida
oscilación en lo más alto de los acantilados.
.
¿Qué he visto que no recuerdo y me hace
huérfano en daño de estos niños sin mí?
——
Errar brote a brote en la ceguera,
raspada carne viva,
opaca sangre
sobre la arena negra ¿espejo o charca?
.
No, ronda, trasiego, tropiezo, caída de los avanzados
horror y
——-
De verdad, la belleza
no puede ser sino el atrevimiento
de la fragilidad a darse.
Huérfanos aún de Viktor Gómez lo publica BAILE DEL SOL.