martes, 18 de junio de 2013

Stoner, de John Williams







And that was one of the legends that began to attach to his name, legends that grew more detailed and elaborate year by year, progressing like myth from personal fact to ritual truth.

[Y esa fue una de las leyendas que comenzaron a ligarse a su nombre, leyendas que fueron haciéndose más detalladas y elaboradas año a año, progresando como mitos desde los hechos personales a verdades rituales.]

Stoner  (John Williams)


Hay muchas formas de llegar a un gran libro. Las principales son: los amigos, la suerte y el aburrimiento. Este descubrimiento fue para mi, consecuencia de una tarde de aburrimiento.


Estaba haciendo un pedido a una web inglesa reiteradamente mencionada por aquí y teniendo una cantidad de dinero que gastar en libros (pequeña cantidad, todo hay que decirlo), no sabiendo que comprar, me puse a vagabundear por la página. Tras mirar mis autores favoritos entre los recientes y no atraerme nada en particular, viendo un libro de esta editorial, la New York Review of Books me acordé de lo mucho que me gustan el 95% de los libros que publica. Así que piqué sobre el nombre de la editorial y me puse a ver libros, muchos de ellos desconocidos para mi. Leyendo argumentos y biografías de autores seleccioné tres de ellos. Este es el único que me quedaba por leer. Los tres han sido estupendos.

Ahora pasaré a  explicar porque esta novela es posiblemente la mejor de las que llevo leídas en todo el año (pongo el posiblemente porque para no ponerlo y nombrarla la mejor directamente me tendría que parar a repasar lo que he leído este año y realmente me da pereza, pero creo que podría ponerle los laureles con facilidad). La novela es no buena ni magnífica, sino magistral. Cualquier buen curso sobre novela debería incluirla. Y yo que no sabía nada de este autor.

John Williams. Una de las poquísimas fotos del
autor que se pueden localizar.

En realidad espero que sea algo excusable no haber sabido nada de él. Su producción literaria es muy corta. Incluye en total cuatro novelas y dos libros de poesía. Pero entre ellas está esta obra de ingeniería literaria. Y también otra (Augustus, titulada en español El hijo de César) que obtuvo uno de los pocos premios literarios contemporáneos que me parecen fiables, el National Book Award, en 1973).

Williams (1922-1994) trabajó en la Universidad de Missouri como profesor (la misma Universidad y el mismo puesto del protagonista del libro) y posteriormente trabajó en la Universidad de Denver. Encontrar muchos datos acerca de su vida es casi imposible salvo unos pocos datos repetidos en todas sus mini-biografías (soldado en la Segunda Guerra Mundial, nieto de labradores, profesor en varias Universidades...). En su introducción al libro, Williams asegura que no hay ninguna relación entre los personajes de ficción y los personajes y hechos reales que vivió durante sus años en Missouri, aunque al lector casi siempre le queda ese regusto de "no se yo... en algo se tuvo que basar para tomar la idea y al menos algunos de los personajes". Aunque eso es lo de menos, obviamente.

Las famosas seis columnas jónicas que son la imagen de la Universidad de
Missouri son todo lo que queda del edificio original destruido por un incendio
en 1892. Detrás el Jesse Hall, repetidamente citado en el libro.

William Stoner es uno de esos personajes que (espero) nunca olvidaré. Un personaje que no podía dejar de recordarme a David Lurie, el protagonista de Desgracia, de Coetzee (otra de mis novelas favoritas de los últimos años). Y no solo por la coincidencia de la profesión de ambos protagonistas, profesor universitario, sino por la idiosincrasia de los personajes. El protagonista es un oscuro y totalmente anónimo docente, cuya capacidad para mimetizarse con el entorno para pasar desapercibido es digna de estudio. Nada rompe la tensión superficial el estanque que es su vida, ni matrimonio ni fracasos personales o profesionales. No nos confundamos no obstante: bajo esas aguas calmas hay corrientes y turbulencias insospechadas capaces de ahogar a cualquiera, empezando por el propio Stoner. Y la forma de narrar esas tensiones interiores es quizá el elemento más hermoso de esta novela. 

Stoner crece como hijo único de los campesinos dueños de una pequeña granja del sur de Estados Unidos. Una granja de esas de las de las novelas de Willa Cather, en la que peleando todo el día contra una tierra inhóspita y dura solo se obtiene una cosecha de una patata y media. Un día sus padres deciden enviarle a "La Universidad" para completar los estudios primarios que ha acabado. Estudios que ellos nunca han tenido y que inicialmente se decantan por motivos obvios a los estudios de agricultura. El hijo pródigo debe aprender y volver a la granja a aplicar sus conocimientos. Pero claro, el fuste torcido de Stoner acaba decantándose (sorpresa, sorpresa) por los estudios de Literatura   y lengua inglesa. La Epifanía en que descubre que son los English Studies los que le interesan es simplemente espectacular, encarnada en forma de un soneto de Shakespeare ("Mr. Shakespeare speaks to you across three hundred years, Mr. Stoner; do you hear him?"/"El Sr Shakespeare le está hablando a usted atravesando trescientos años, Sr Stoner ¿Lo oye usted?").  Pero Stoner tiene varios problemas. Es un sumiso conformista en el sentido más radical de la palabra. Y además tiene un sentido del honor personal y especialmente profesional, asociado a la importancia que da a la labor que desempeña en la Universidad, que no le permite ser conciliador con lo que considera incorrecto sean cuales sean las consecuencias.

El marco histórico puede parecer que son hechos tan "banales" como la primera Guerra Mundial o el crack del 29, pero en realidad el marco es la Universidad. O mejor la vida de un profesor universitario especial y su relación con la vida y su trabajo. ¿Es esta una historia de trasfondo moral? Puede que si. Claro que ¿no lo es cualquier buena historia, al menos en parte?.

La antigua Universidad del Sudeste de Missouri.
Para hacer una película de miedo allí mismo.
Los personajes del libro (todos y cada uno de ellos)  son cautivadores. Los buenos, los malos, los listos, los tontos... Tanto que a veces uno tiene unas ganas irrefrenables de meterse en el libro y comenzar a gritar "¡insensato!, ¿no ves a donde va abocado todo esto?. Todo, tu matrimonio, tu trabajo, tu relación con tu hija". No me puedo refrenar, y mira que he leído libros absorbentes. Todo lo que pasa ante mis ojos, hasta los hechos más simples y cotidianos están contados con una luz que atraviesa el papel.  El inglés de Williams es impresionante, hermoso, capaz de describir en cuatro palabras las implicaciones de una mirada o el sonido que hace la gasa de un vestido sobre un suelo de madera. La vida de Stoner va cogiendo momentum ante nuestros ojos. Se va embalando poco a poco. Casi inapreciablemente. Tanto que a veces nos sorprende su reacción. No esperábamos esa respuesta de ese individuo.  Ha vuelto a evolucionar. Su pensamiento va evolucionando bajo la superficie. Stoner es, ante todo, un individuo digno y coherente con su forma de pensar.

Y aunque todos querríamos oír otra vez esa historia de la gota de agua que con su perseverancia acaba horadando la roca, todos sabemos que no siempre las cosas son asi, que a veces las cosas que ocurren parecen escritas en el éter mucho tiempo atrás. Y muchas veces las historias acaban con un "me lo temía". No quiero decir (líbreme San Blogger del Spoiler) que esta historia sea de esas. Cada uno que descubra el final por si mismo. Pero que quede claro que el final vuelve a ser algo de lo menos importante.

En la obra de Williams está todo lo mejor de los mejores. A ratos me recuerda a Hemingway, a ratos a Cheever, Cather, Steinbeck, a ratos (queda prohibido pedirme una explicación acerca de esto) a Virginia Woolf. Imagino que cada uno, al saborear la obra, tendrá remembranzas de los mejores fragmentos de literatura que haya leído. Dejo aquí el primer párrafo el libro.

William Stoner entered the University of Missouri as a freshman in the year 1910, at the age of nineteen. Eight years later, during the height of World War I, he received his Doctor of Philosophy degree and accepted an instructorship at the same University, where he taught until his death in 1956. He did not rise above the rank of assistant professor, and few students remembered him with any sharpness after they had taken his courses. When he died his colleagues made a memorial contribution of a medieval manuscript to the University library. This manuscript may still be found in the Rare Books Collection, bearing the inscription: "Presented to the Library of the University of Missouri, in memory of William Stoner, Department of English. By his colleagues."
["William Stoner entró como estudiante en la Universidad de Missouri en el año 1919, a la edad de diecinueve años. Ocho años mas tarde, en pleno auge de la Primera Guerra Mundial, recibió el título de Doctorado en Filosofía y aceptó una plaza de profesor en la misma universidad, donde enseñó hasta su muerte en 1956. Nunca ascendió más allá del grado de profesor asistente y unos pocos estudiantes le recordaban vagamente después de haber ido a sus clases. Cuando murió, sus colegas donaron en su memoria un manuscrito medieval a la biblioteca de la Universidad. Este manuscrito aún puede encontrarse en la Colección de Libros Raros, portando la siguiente inscripci´´on: "Donado a la Biblioteca de la Universidad de Missouri, en memoria de William Stoner, Departamento de Inglés. Por sus colegas"] 
Así que querría que quede claro. Esto es literatura de la buena, emocionante y hermosa. De la más buena. Una obra maestra, no se me llena la boca (ni el teclado) al afirmarlo. De verdad que no tengo ni idea de porqué esta obra no ocupa el lugar que merece en cualquier podio de "ineludibles". En realidad no tiene sentido seguir alabándola, simplemente hay que leerla.

Vaya, otra vez me ha salido un panegírico. Voy para mayor.

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En inglés: John Williams. Stoner. Edt New York Review of Books. 2006. 278 pps.
En español: John Williams. Stoner. Edt Baile del Sol. 2010. 246 pps.

2 comentarios:

  1. Hola, soy Oscar, del blog Strange Library.
    Quería agradeceros sobre todo el haber traducido esta maravilla de libro y ponerlo a disposición de todos los lectores en español. Realmente me ha dejado una huella difícil de borrar y como digo en el blog, gracias a vosotros lo puedo regalar a amigos que no sean anglo-lectores.

    Repasaré vuestro catálogo, que probablemente me dará más sorpresas.
    Un saludo

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  2. Muchachas gracias óscar, esperamos que así sea. un abrazo

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