jueves, 12 de febrero de 2015

"La poesía es don o castigo, necesidad y hasta alimento"

Desde su primer poemario "El ojo entornado" (1996) hasta la última entrega ,"Los posos de la sed" (2014), el poeta palmero Ricardo Hernández ha ido definiendo un estilo propio. 


Bien pronto se sintió cautivado por las palabras y sus juegos. Ricardo Hernández Bravo (El Paso, La Palma, 1966) ha ido atesorando desde entonces una rica y singular producción, entre poemarios y relatos breves, que se jalonan con la concesión de premios y su presencia en las antologías que compilan a los escritores canarios.

Desde el primer poemario que alumbró, "El ojo entornado" (1996), a los últimos versos que entrega, que agrupa en "Los posos de la sed" (2014), han transcurrido dieciocho años de una prolija y trabajada producción, una obra que alcanza ya a definirse con "estilo propio", condición que, sin embargo, admite no se llega a percibir en su verdadera dimensión "hasta que va pasando el tiempo".

Este palmero, que oficia como docente, impartiendo la asignatura de Lengua y Literatura en centros de enseñanza de la Isla, cree que "para quien nace con llamémoslo este don, o acaso castigo, la creación literaria representa un alimento, prácticamente una necesidad" y, en ese diálogo, precisa cómo "a la vez también te nutres de ella". A partir de ahí se suceden los hallazgos, los chispazos, los encuentros...

Y conocida esta condición es entonces cuando el poeta -ese ser de natural solitario- recoge "los comentarios de otros, caso de los críticos, de los compañeros...", y de esa manera aprende a "reconocerse" un poco más adentro.

De ahí ciertas constantes en su poesía, por ejemplo una tendencia manifiesta a "lo visual y a lo pictórico", quizá como consecuencia de su predilección por la lectura de los haiku japoneses, esa búsqueda constante de la síntesis. "Desde la imagen me propongo llegar a la visión poética".

El mar también representa una presencia que acompaña el ideario de los poetas insulares, pero en el caso de Ricardo se traduce desde la doble condición de "un elemento que aísla, pero también comunica", en la línea del discurso del intelectual Domingo Pérez Minik y su búsqueda por caracterizar los rasgos del insular.

"Para mí, el mar no representa un encierro, sino un espacio de paz y liberación, de infinito... algo abierto a lo otro".

Cuando reflexiona sobre qué razones podrían explicar la proliferación de voces poéticas que se da en el Archipiélago, Ricardo no acierta a dar un argumento objetivable y sin embargo considera que "la influencia del paisaje resulta evidente; esa orografía tan apabullante", la naturaleza como otro de sus recursos, contemplada desde la "admiración".

Otro rasgo de la obra de Ricardo Hernández está ligado al uso de palabras que, en algunos casos, son "neologismos" o bien voces recogidas del acervo popular y que "definen algo que no sé expresar de otra manera", como denominar "guardorio" a los objetos inútiles, "además del componente nostálgico que encierran".

Desde su perspectiva se están perdiendo, sobre todo, las características del medio rural, "sustituidas por otros registros y un léxico distinto que resulta un empobrecimiento". Acaso, plantea el poeta, se debería "intentar la combinación del lenguaje moderno con el antiguo".

De su experiencia en el ámbito docente, Ricardo Hernández desmiente el axioma de que los jóvenes no se implican en su formación y, por el contrario, sostiene que " admiten muy bien la poesía". En este mismo renglón advierte que "el sistema es lo que falla, en su idea de hacer comprender el lenguaje literario a los alumnos a través de un sistema teórico".

Es más, en sus años de docencia ha podido constatar "que no solo descubren que les gusta la poesía, sino que también son capaces de comunicar a partir de ese lenguaje, de ese registro y lo hacen suyo".

Y después de tantas ingratitudes, del desgaste del tiempo, descubre que se emociona y ese entusiasmo le procura el aliento para continuar, más allá de los posos de la sed.


Autor: Ricardo Hernández Bravo.

Título: "Los posos de la sed"

Editorial: Baile del sol

Género: Poesía



http://eldia.es/cultura/2015-02-11/30-poesia-es-don-castigo-necesidad-alimento.htm

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