miércoles, 24 de enero de 2018

Reseña de Esbozos inacabados para una revolución de Brane Mozetič en LecoolBarcelona


Esbozos inacabados para una revolución, by Brane Mozetič




Lo personal es político. Con este sencillo y conocido lema feminista podemos describir también la obra-vida del escritor esloveno Mozetič, que acaba de publicar con Baile del Sol sus Esbozos inacabados de una revolución (traducción de Marjeta Drobnič y revisión de Matías Escalera Cordero). Un libro de poemas en el que la historia, las manifestaciones estudiantiles o el deseo sincero de libertad se entremezclan con la llegada de un hijo, su despertar homosexual, numerosos encuentros furtivos: “todo está preparado para la llegada de gorbachov. los bulevares están vacíos, hay más policías que árboles (…). oscilas con la caída de los muros, nacen vástagos, nacen países, caen víctimas”. Tras haber traducido los tres tomos de La historia de la sexualidad de Michel Foucault, no podía ser de otra manera para Brane: lo sexual es político. El sexo es un acto revolucionario, y más en una época, la actual, en la que lo sexual parece no ser parte de la vida, pervive ocultado; al menos en su representación pública o a través de las diferentes artes. No somos libres pese a la lucha, las naciones, el paso del tiempo, los mismos errores, las mismas encerronas de los distintos gobiernos que nosotros mismos elegimos. La rebeldía, las ilusiones perdidas tras la revuelta.

“todos éramos rebeldes. desdeñábamos el matrimonio, nos daba náuseas la imagen de una familia que salía de paseo los domingos en un seiscientos. despreciábamos el dinero, todo lo relacionado con él. andábamos por ahí en ropa gastada, vivíamos al límite, tanteábamos tenues energías entre nosotros. duró hasta la revolución, o hasta la contrarrevolución. después (…) los chicos jóvenes solo se vendían por dinero, no tocaban ya con los dedos delicadamente, no se estremecían, no sabían por qué luchar”.

La prosa poética de Brane Mozetič emana sencillez y sin embargo está repleta de significado. Duele, pero no sabes cómo cura.


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